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Sting deja los experimentos y regresa a ritmo de rock


Grandes noticias: Sting vuelve, ¡y regresa a ritmo de rock! Este Noviembre lanza su álbum número 12 en solitario, se llama '57th & 9th' y es su primer disco como los de antes en muchos años, desde 'Sacred love' (2003). Por fin se deja de experimentos y vuelve a ser el Sting que todos recordamos.

Y no es que estos últimos años hayan sido en balde, hemos podido degustar delicias como 'Songs from the Labyrinth' (2006), un viaje a la música renacentista en el que cambia la guitarra eléctrica por el laúd y explora el bardo que hay en él; 'If on a winter’s night' (2009), con canciones navideñas; el recopilatorio sinfónico 'Symphonicities' (2010) y 'The last ship' (2013), banda sonora de un musical para Broadway inspirado en su propia infancia.

Tras un intenso verano de gira con su gran amigo Peter Gabriel, Sting vuelve lleno de energías y yo ya me muerdo las uñas esperando a este trabajo cuyo nombre proviene de la intersección que el británico debía cruzar cada vez que se dirigía al estudio de grabación en Nueva York.

El disco estará lleno de grandes temas, algunos de ellos dedicados a la muerte de Prince, el cambio climático y la crisis de refugiados.

Para ir abriendo la boca, Sting nos ha dejado el adelanto de 'I Cant’t Stop Thinking About You'.

A sus 64 años, Gordon Matthew Thomas Sumner demuestra que está en plena forma física y profesional. En su haber cuenta con más de 100 millones de discos vendidos solo por su cuenta (aparte de Police) y sus reconocimientos son enormes: 16 Grammy, un Globo de Oro a la mejor canción original, un Emmy y tres nominaciones a los Oscar también como compositor. Hasta cuenta con su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Inolvidable su interpretación del malvado Feyd Rautha en 'Dune', un regalo para la vista que siempre agradeceré a David Lynch, que también coló a otro famoso cantante, Michael Bolton, en un curioso cameo tambor en mano como un fremen más.

Sting ha mostrado ampliamente sus dotes como actor: desde 'Quadrophenia' (1979), la ópera rock de The Who, a 'Julia y Julia' (1987) junto a Kathleen Turner y Gabriel Byrne; 'Las aventuras del barón Munchausen' (1988) con Robin Williams y las delirantes 'Lock & Stock' de Guy Ritchie y 'Zoolander 2' (2016) donde se interpretaba a sí mismo.

En 'Perverso' (1995), donde Sting interpretaba el papel de un mayordomo manipulador, coincidió con su gran compañera de vida: la actriz y productora Trudie Styler.

Ya desde principios de los años 80 se volcó con Amnistía Internacional, participando en sus galas con temas como Roxanne (sobre la prostitución). Uno de sus temas más potentes con Police que para mí cobró una nueva dimensión en Moulin Rouge.“He sido miembro de Amnistía desde hace cinco años —comentó en 1986—. Antes de saber que existía, antes de conocer su trabajo, no tenía idea de todas las torturas que ocurrían en el mundo”.

En 1988 se unió a Peter Gabriel y Bruce Springsteen en una gira por los derechos humanos, celebrando el 40 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Sting ha utilizado su música frecuentemente como medio de denuncia y concienciación: 'Driven to Tears', una acusación contra la apatía política y social ante el hambre en el mundo, 'Do They Know It’s Christmas?', que interpretó en un gran concierto en el Wembley Stadium también contra el hambre o 'They Dance Alone' (Cueca Solo) sobre la difícil situación de las madres, esposas e hijas de los “desaparecidos” durante la dictadura de Pinochet en Chile, canción que también contó con una versión en español, 'Ellas bailan solas'.

Pero sin duda una de las grandes luchas de Sting ha sido el medio ambiente. Ha hecho casi de todo, desde conciertos benéficos, documentales y denuncias formales hasta ponerle voz al villano 'Zarm', el destructor de Gaia en la ecológica serie de dibujos animados 'Capitán Planeta y los planetarios'.

También ha participado en iniciativas solidarias para toda clase de causas y desastres: en 1997 cantó en un concierto para ayudar a las víctimas del volcán que destruyó la isla caribeña de Montserrat, en 2001 recaudó fondos para las familias de los fallecidos en los atentados del 11 de Septiembre y en 2005 organizó un concierto en Australia que recaudó 4 millones de dólares para los afectados por el tsunami del océano Índico.

En 2007 se unió a un concierto en apoyo del Tibet y el Dalai Lama, en 2010 ayudó a las víctimas del terremoto de Haití, en 2012 a los del huracán Sandy…

También ha cantado para luchar contra el sida (es patrón de la fundación de Elton John contra el sida), para promover la apicultura y para conseguir la paz.

En 2011, Sting se unió a otras 30 personalidades en una carta abierta dirigida al Primer Ministro británico David Cameron para “despenalizar de forma inmediata la posesión de drogas, por considerar que su política al respecto era totalmente ineficaz. “Penalizar a los jóvenes por posesión de drogas sirve de poco, es momento de pensar en formas más imaginativas de abordar el consumo de drogas en nuestra sociedad”, afirmó.

En 2014, ante el referéndum por la independencia de Escocia, Sting firmó una carta en The Guardian para apoyar la permanencia del país en Gran Bretaña.

Pero, de todas sus luchas, creo que su mayor contribución ha sido inaugurar junto a su mujer Trudie Styler la organización Rainforest Foundation para ayudar a conservar las selvas y a los indígenas que viven en ella.

Y su labor en este sentido ha sido tan importante y entregada que una especie de rana endémica de Colombia, la Dendropsophus stingi, lleva su nombre en su honor; un reconocimiento al músico por su “esfuerzo y compromiso para salvar la selva húmeda”.

Su mujer Trudie Styler siempre ha compartido en igualdad sus batallas. Sting estuvo casado anteriormente con otra actriz, Frances Tomelty, de la que se divorció en 1984 tras ocho años de matrimonio y dos hijos en común: Joseph (nacido en 1976), que siguió los pasos de su padre y es miembro de la banda Fiction Plane, y Fuchsia Katherine (nacida en 1982).

Sting se separó de Frances tras el nacimiento de su hija Fuchsia y comenzó a vivir con Trudie Styler, con la que se casó diez años después.

Sting y Styler han tenido cuatro hijos juntos: Brigitte Michael (“Mickey”, nacida en 1984) que ha querido seguir los pasos de su madre en el cine y también es modelo; Jake (nacido en 1985), que también ha hecho sus pinitos como modelo; Eliot Pauline (llamada ‘Coco’, nacida en 1990) y Giacomo Luke (nacido en 1995).

Coco también es cantante como su padre, líder del grupo londinense 'I Blame Coco'.

Aunque Sting es multimillonario (se le estima una fortuna de 210 millones de euros) y cuenta con varias propiedades en Reino Unido y en Estados Unidos (una finca en Salisbury, una casa de campo en el Distrito de los lagos, un piso en Nueva York, una casa en la playa de Malibú…), siempre ha querido que sus hijos crecieran con humildad, y afirma que ninguno de ellos heredará su fortuna: “no va a quedar mucho, lo estamos gastando todo”, aseguró en una ocasión.

Actualmente ha establecido su hogar en la región de Toscana (Italia), donde cuenta con una extensa propiedad, las bondades del clima y una huerta envidiable.

Sting es considerado uno de los 10 músicos británicos más ricos y también uno de los más saludables, añadiría yo.

Ha participado en numerosas carreras solidarias, es vegano estricto y desde 1990 practica yoga de forma asidua.

A principios de 2005 Sting proclamó su pasión por el hinduismo y declaró que quería pasar mucho más tiempo en la India por cuya cultura se siente fascinado. “En este momento lo que más me gusta es la religión hindú, me he convertido en un adicto a la India. Querría pasar el resto de mi vida descubriendo ese precioso país”, confesó en una entrevista.

En 2007 escribió un prólogo al libro Yoga: más allá de creencia, escrito por Ganga Blanca y en 2008 contó que practicaba la técnica de Meditación Trascendental de Maharishi Mahesh Yogi.

Esa afinidad del cantante por el yoga ha alimentado todas clase de rumores sobre su sexualidad, entre ellos que es capaz de mantener sexo con su mujer durante 8 horas.

En el terreno religioso, y aun con su afinidad por el hinduismo, Sting se ha declarado agnóstico en muchas ocasiones. “No tengo ningún problema con Dios. Tengo problemas con la religión. He elegido vivir mi vida junto a mi esposa sin las certezas de la fe religiosa, creo que son peligrosos. La música es algo que le da el valor de mi vida y consuelo espiritual.
Fuente: 20 Minutos


Sting

¿Fue la muerte de David Bowie un suicidio?



  • El cantante británico falleció el pasado 10 de Enero en su casa de Nueva York.
  • Bowie estaba enfermo de cáncer y podría haber decidido despedirse de manera voluntaria.
  • La escritora experta en estrellas del rock Lesley-Ann Jones, autora de obras como la biografía de Freddie Mercury, así lo cree.
  • El productor Simon Napier-Bell o el presentador radiofónico de la BBC Andy Peebles apoyan esta teoría.


El pasado 10 de Enero, el mundo de la cultura en general y de la música en particular se quedó en estado de shock al conocer la muerte de David Bowie, uno de los artistas más influyentes de los siglos XX y XXI. Ahora, nueve meses después de su fallecimiento, a causa de un cáncer, hay voces que apuntan a que el cantante londinense pudo quitarse la vida.

Lesley-Ann Jones, escritora experta en estrellas del rock y autora, entre otros libros, de la biografía de Freddie Mercury, apunta en un artículo publicado este domingo en el Daily Mail que Bowie orquestó su muerte, a través de un suicidio asistido, tras conocer su enfermedad.

Jones recuerda como Bowie murió en su propia cama, en su casa de Manhattan, dos días después de cumplir 69 años, cuando nadie sabía que estaba enfermo. La autora recoge palabras de otras voces autorizadas para explicar su teoría.

Andy Peebles, antiguo presentador de BBC Radio 1 y DJ que entrevistó en numerosas ocasiones al cantante, dice que "al parecer, Bowie orquestó su ropia muerte". "Dos 'singles' lanzados con muy poco tiempo entre ellos, el mayor disco de su carrera lanzado en su 69 cumpleaños, muere dos días después... No sé el resto, pero yo no puedo ver esto como una coincidencia", dice Peebles, que asegura que tras la muerte de Bowie recibió varias llamadas telefónicas que apuntaban a un suicidio.

"Me han dicho que fue un suicidio asistido. Quién podría haberle ayudado y cómo lo hicieron nunca se sabrá. Estoy seguro de que, para protegerlos, no implicó a nadie de su familia o amigos", dice Peebles, que añade que "David manejaba todos los aspectos de su vida, incluida su carrera. ¿Por qué iba a ser esto diferente?".

En términos similares se expresa Simon Napier-Bell, manager y productor, que recuerda que "sólo un día o dos antes de morir, Bowie fue fotografiado frente a su apartamento con un traje oscuro, corbata, un sombrero y una amplia sonrisa, con un aspecto fabuloso". "Fue un acto deliberado, al igual que todo lo que hacía. Él sabía que se estaba muriendo. Lo sabía desde hacía 18 meses antes. Y así es como quería ser recordado: optimista y feliz. Controló su imagen hasta el último momento".
Fuente: 20 Minutos


Homenaje a David Bowie

Rick Parfitt, de Status Quo, estuvo clínicamente muerto tras sufrir un infarto en Junio



  • "Rick murió durante unos minutos tras su ataque al corazón, que le provocó un deterioro cognitivo leve por el que está todavía en tratamiento neuropsicológico".
  • Rick Parfitt ha sufrido problemas de salud durante los últimos años y tiene un cuádruple 'bypass' desde que sufrió su primer infarto en 1997.
  • Status Quo prosigue su gira con Richie Malone como guitarrista sustituto hasta la última fecha de su gira europea prevista el 4 de Diciembre en París.


El guitarrista de Status Quo desde 1967, Rick Parfitt, estuvo clínicamente muerto durante unos minutos después de sufrir un infarto el pasado mes de junio tras un concierto del grupo inglés en Turquía, por lo que tuvo que ser ingresado en un hospital cercano.

"Es momento de revelar que Rick murió durante unos minutos después de su ataque al corazón, que le provocó un deterioro cognitivo leve por el que está todavía en tratamiento neuropsicológico", ha desvelado el mánager de la banda, Simon Porter, en un comunicado en su web.

En cualquier caso, se espera una total recuperación del guitarrista, que por ahora debe seguir descansando y que llegado el momento decidirá sobre su hipotético regreso: "Rick puede haber hecho su última actuación con Status Quo, pero no habrá una decisión hasta el año que viene. Su deseo es que continúe la gira planeada y él siempre será parte de todas las actividades de la banda".

Parfitt ha sufrido problemas de salud durante los últimos años y tiene un cuádruple 'bypass' desde que sufrió su primer infarto en 1997. De hecho, su colapso de Junio fue su cuarto ataque al corazón, con un diagnóstico inicial de "muy grave".

Status Quo prosigue su gira con Richie Malone como guitarrista sustituto hasta la última fecha de su gira europea prevista el 4 de Diciembre en París. Después, el grupo tiene conciertos en el Reino Unido, para los cuales contarán con otro guitarrista diferente invitado.
Fuente: 20 Minutos


Rick Parfitt (Status Quo)

Cuando bailamos somos más felices, lo dice la madre ciencia


"Sin la música, la vida sería un error", afirmó el filósofo Nietzsche, y no andaba desacertado ya que tenemos un instinto natural que nos anima a seguir el ritmo de la música. De hecho, la mayoría de los niños se mueven y dan palmadas cuando escuchan una melodía que les agrada. Se trata de una respuesta espontánea relacionada con nuestra necesidad de comunicarnos y de expresar nuestras emociones a través del movimiento y de nuestro cuerpo.

No hay duda de que la música es un lenguaje universal y todos, con excepción de las personas que sufren amusia, somos capaces de apreciarla y disfrutarla. De hecho, se ha descubierto que personas de diferentes culturas responden emocionalmente de la misma manera ante diferentes tipos de música. Por eso, no es casualidad que los estudios antropológicos señalen que los grupos que tenían más probabilidades de sobrevivir eran aquellos que habían desarrollado una danza propia y eran capaces de compartir sus sentimientos a través del baile.

Por supuesto, la música y el baile no solo fungen como pegamento social sino que también son muy beneficiosos para nuestra salud física y mental. Estudios recientes han desvelado que una de las claves de la felicidad y la satisfacción con la vida se encuentra precisamente en la pista de baile.

Pasos que curan, movimientos que nos hacen felices


En 2013 psicólogos de la Örebro University trabajaron con un grupo de adolescentes que sufrían ansiedad, depresión o estrés, además de presentar síntomas psicosomáticos como dolor de cuello y espalda. A la mitad se les pidió que asistieran a dos clases de baile a la semana, mientras el resto siguió su rutina cotidiana.

Al cabo de dos años, quienes se mantuvieron asistiendo a las clases de baile (en las que se ponía énfasis en la alegría del movimiento más que en el desempeño), no solo mostraron una mejoría notable de los síntomas psicosomáticos sino que también refirieron sentirse más felices.

En otro estudio realizado en la Universidad de Derby los psicólogos trabajaron con personas que padecían depresión. Durante nueve semanas, estas personas recibieron clases de salsa. Las mejorías se comenzaron a apreciar al cabo de las cuatro semanas y, cuando terminó el estudio, los participantes reportaron menos pensamientos negativos, una mejoría en la concentración y una mayor sensación de paz y tranquilidad.

Sin embargo, lo cierto es que bailar no solo es un excelente recurso terapéutico. Un estudio llevado a cabo en la Deakin University desveló que bailar tiene un efecto muy positivo en nuestra vida cotidiana. Estos investigadores australianos entrevistaron a 1.000 personas y descubrieron que quienes bailaban con frecuencia no solo reportaban sentirse más felices sino también más satisfechos con su vida, en especial en sus relaciones interpersonales, su salud y los logros que habían alcanzado a lo largo de los años.

Curiosamente, psicólogos de la Universidad de Nueva York descubrieron un efecto similar en los niños pequeños. Estos investigadores trabajaron con 120 niños, de 2 a 5 años, a quienes expusieron a diferentes tipos de estímulos sonoros, algunos eran rítmicos e imitaban la cadencia de la música, otros eran completamente arrítmicos. Así apreciaron que los niños que se movían siguiendo los movimientos rítmicos, mostraban más emociones positivas, se sentían más felices. Por tanto, estos investigadores concluyeron que no solo tenemos una predisposición que nos lleva a movernos al ritmo de la música sino que bailar también mejora nuestro estado de ánimo.

¿Por qué bailar nos hace felices?


Cuando bailamos, en nuestro cerebro se liberan endorfinas, unos neurotransmisores que generan una sensación de bienestar, relajación, alegría y empoderamiento. La música y el baile no solo activan en nuestro cerebro los circuitos motores y sensoriales sino también los centros del placer.

De hecho, neurocientíficos de la Columbia University afirman que cuando nos movemos en sintonía con el ritmo, los efectos positivos de la música se amplifican. Por tanto, un pequeño secreto para sacarle el máximo partido a la música consiste en sincronizar nuestros movimientos con el ritmo, así obtendremos "placer por partida doble".

Sin embargo, lo cierto es que la magia del baile no se puede reducir simplemente a la química cerebral. Bailar también es una actividad social que nos permite estar en contacto con otras personas, compartir experiencias y conocer gente nueva, lo cual tiene un efecto muy positivo sobre nuestra salud mental.

Por si fuera poco, mientras nos movemos, nuestros músculos se distienden al compás de la música, lo cual nos permite liberar las tensiones cotidianas, sobre todo las que se acumulan en la musculatura más profunda.

¡A bailar!
Fuente: Cultura Inquieta


Bailar

Camilo Sesto, el rey de la balada romántica, cumple setenta años



  • El artista publica un disco recopilatorio por su 70 cumpleaños.
  • Su carrera despuntó en 1965, cuando vino a un concurso de televisión en Madrid.
  • Actualmente vive retirado en su casa dedicado a su otra pasión, la pintura.


También ha compuesto para otros artistas como Miguel Bosé o Ángela Carrasco

Difícil olvidar aquella manera de sudar que según la leyenda urbana se debía a las aspirinas que se tomaba antes de salir a escena y así llenarse la cara de gotas que aumentaban esa pose de artista que ha hecho de Camilo Sesto (bautizado Camilo Blanes Cortés) alguien irrepetible. No hay sucesor, ni real, ni posible para el artista que hoy cumple 70 años, hijo de un electricista y una ama de casa, y cuyas canciones nos llevan a muchos a los viajes en coche sin aire y ventanillas bajadas y padres que metían cintas con su música y nosotros, los que íbamos detrás sin cinturón, escuchábamos sin rechistar.

Y claro acabamos aprendiéndonos algunas como las que están en el disco 'Camilo 70' que publica hoy, el día que nació hace 70 años que es el número que hace además el trabajo en su carrera, en la que ha vendido ciento setenta millones de discos y en la que ha sido número 1 más de 50 veces.

Otro de sus grandes momentos fue en 1975, cuando protagonizó el papel de Jesús en la ópera rock 'Jesucristo Superstar', obra musical que fue toda una excepción en la época.

Y aunque las desapariciones han sido lo habitual, este viernes estará presentando en público su disco. Dará la cara, la que se operó en 2015 y borró las arrugas pero también parte de su identidad. El riesgo, el problema, el precio de las operaciones de estética.

Una vida complicada y una carrera cuyos inicios tuvieron todas las paradas del viaje en tren. Empezó en un coro de su Alcoy natal, estuvo con el grupo pop Los Dayson cantando en bodas y bautizos. En 1965 vinieron a Madrid para participar en el concurso de televisión, y él, su grupo sí, se quedó aquí. En 1966 Sesto entró Los Botines, que pasó a llamarse Camilo y Los Botines.

Cuatro años después inició lo que le llevaría al triunfo absoluto ,su carrera en solitario. Y lo hacía como Camilo Sexto, una ‘x’ que pronto se quitó, con su álbum 'Algo de mí'. 'Lanza tu voz', 'A ti', 'Manuela', 'Ay, ay, Rosseta' y 'Mendigo de amor' fueron algunos de los temas que hicieron de trampolín.

El también compositor para otros como Miguel Bosé, Ángela Carrasco, Lani Hall, Audrey Landers, Lucía Méndez, Manolo Otero, Sergio Fachelli o José José, tiene un único hijo, cantante también, que no firma con Sesto sino con Camilo Michel (1983) y al que ha compuesto algunas canciones. Con quien no mantiene contacto es con la madre, María Lourdes Ornelas Soto, que trabajaba en la oficina que representaba al rey de la baladan romántica.

Retiro y dedicación a la pintura


Con ella estuvo viviendo en México y aquel país albergó varias de sus giras más intensas. Un tiempo en el que las ganas se le iban marchando al autor de canciones que no hay karaoke que no tenga 'Vivir así es morir de amor', 'Perdóname' o 'El amor de mi vida'.

Y de repente el adiós de la vida pública y el retiro en su casa de Torrelodones, la misma en la que hoy celebrará con sus amigos más íntimos sus siete décadas en la tierra.

Difícil saber de su vida en los últimos tiempos, apenas algunos apuntes como los dados por un amigo del artista, y según quien Camilo vive muy tranquilo, dedicado a una de sus grandes pasiones, la pintura. No es raro, no es repentino este afán por el lienzo: el de Alcoy era así como se ganaba la vida, vendiendo cuadros en el Rastro madrileño.

Una vida que ha conocido aplausos fuertes, ovaciones, verdaderos movimientos de fans, éxito, fama, mil rumores y dinero. De eso también se ha hablado, de su posible ruina. Pero nada confirmado, nada que decir. Sí en cambio se aclaran o se cierran -de momento- las habladurías de salud. No queda nada más que decir del trasplante de hígado. Aunque para alimentar las habladurías siempre hay tiempo.

Rumores o no, la realidad es que se marchó, y aunque interrumpió su retiro en 2015 con una gira por Latinoamérica, no ha vuelto a hacerlo, de hecho ha rechazado este mismo año una gira por España. No se ha vuelto a llevar la contraria en su manera, no es el único artista, de intentar dar con esa felicidad en la que algunos creen como posibilidad absoluta. Quizá sea serenidad lo buscado y lo que a veces se aproxime más a la palabra que ha terminado por esclavizarnos.
Fuente: 20 Minutos


Camilo Sesto
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