¿Qué fue de Nick Kamen y su ‘I Promise Myself’?
En 1990 una canción tocó la fibra más sensible de mi corazón: ‘I Promise Myself’. Era una balada que hablaba de amor eterno, de promesas que perduraban contra viento y marea, era romántica al 1.000 por 1.000. Y la gente se volvía loca en las discotecas cuando sonaban sus primeros acordes.
Y mientras nuestro corazón suspiraba por Nick Kamen y llorábamos escuchando una y otra vez esta balada por excelencia, sin saber que el bueno de Nick era todo un icono gay y que su fama no se debía a esta canción, si no al anuncio de Levi’s que protagonizó cinco años antes, ambientado en una lavandería de los años 50, en el que se quitaba la ropa y se quedaba en bóxers esperando el lavado como si tal cosa.
Ese anuncio lo recordábamos muy bien, no por el sex-appel de Nick, sino porque desde entonces comprar unos pantalones Levi’s se convirtió en algo tan necesario como respirar.
El anuncio, considerado uno de los grandes spots de los ochenta y de la historia de la publicidad, tuvo un impacto estratosférico: incrementó las ventas de Levis en un 800%, hasta el punto de que no pudieron cubrir la demanda, y convirtió a su joven protagonista en un sex-symbol.
Fue entonces cuando había nacido la estrella, pero entonces no lo sabíamos. ¿Vosotros sí?
Nick Kamen tampoco llegó a este anuncio por casualidad. Un año antes había protagonizado la portada de la revista de culto 'The Face', donde posó junto a su hermano Barry más chulos que un ocho en un reportaje de estilo con ropa de esquí.
Con su exótico linaje, mezcla de sangre birmana, irlandesa, holandesa e inglesa, los hermanos Kamen pronto se convirtieron en el alma de Buffalo, un colectivo que definió el aspecto de la cultura juvenil de los años 80, descubridores de modelos que conocieron en la calle, como Naomi Campbell.
Y de ahí, al anuncio de Levi’s que le dio la fama mundial. En aquel momento Nick Kamen podría haberse labrado una gran carrera en el mundo de la publicidad pero decidió apostar por sí mismo como cantante.
Desde pequeñito, Nick había acudido a los conciertos de su hermano mayor Chester, que con el tiempo se convertiría en un colaborador habitual de Bryan Ferry y un cotizado guitarrista de la escena rock inglesa. Chester despertó su amor por la música pero no fue su hermano quien apadrinó su carrera sino la mismísima Madonna.
La ambición rubia entonces se encontraba sumida en el rodaje de 'Buscando a Susan desesperadamente' (1985) pero se debió encaprichar del ‘chico del anuncio de Levi’s’ y produjo su primer disco junto a su colaborador habitual, Stephen Bray.
Madonna y Bray escribieron su primer single, ‘Each Time You Break My Heart’, en el que Madonna también colaboró con los coros.
Inevitablemente esta canción suena a Madonna por todos sus poros, de hecho había sido grabada para su disco ‘True Blue’, pero finalmente fue descartada, y a día de hoy la versión cantada por Madonna no ha salido a la luz.
Ese apoyo entusiasta de Madonna hacia Nick Kamen no parecía normal. Lo que todo el mundo pensaba, con lógica, es que había algo entre ellos, algo que no debió de sentar nada bien a la novia de Nick por entonces, la modelo de origen portorriqueño Talisa Soto.
Tanto esta canción como su segundo single, ‘Loving You Is Sweeter Than Ever’, llegaron a los primeros puestos de su tierra natal. Su disco debut, de título homónimo, era un completo éxito y en 1988 Madonna siguió apoyándole en su segundo trabajo, llamado ‘Us’ (nosotros), donde también le puso los coros a un tema, ‘Tell Me’, pero ya sin participar en la composición.
Ese mismo año, Nick Kamen también tuvo la oportunidad de relacionarse con Hollywood gracias a la película 'Cariño, he encogido a los niños', donde participó en la banda sonora con el tema ‘Turn it up’.
Y entonces, en 1990, llegó su cuarto álbum, ‘Move Until We Fly’, y su gran tema, esta vez compuesto y producido por él mismo: ‘I Promised Myself’, que 27 años después sigue sonando sin descanso en las radiofórmulas oldies y tampoco nos cansamos de escuchar.
El ritmo inicial de la canción estaba inspirado en ‘A Little Respect’ de Erasure, pero luego alcanzaba un estribillo álgido, lleno de emoción. Barrió en las listas de éxitos, llegó al número 1 en ocho países europeos.
El vídeo musical no valía gran cosa, la verdad, era él tocando la guitarra desde distintos ángulos, y poco más. En 2004 contó con popular remix de estilo disco que volvió a relanzar el éxito de Nick Kamen, ya desaparecido por entonces:
Este fue la más popular de las muchas versiones de esta gran balada que han venido de mano del grupo Dead or Alive (1999), A-Teens (2004), Basshunter (2009), el español José Galisteo (2009) y más recientemente, Maggers United (2013).
Y para esto ha quedado Nick Kamen, para el recuerdo. ‘Whatever, Whenever’ fue su último disco, en 1992 y a finales de los 90 trascendió su relación con la actriz Amanda de Cadenet, que terminó casándose con un guitarrista del grupo The Strokes.
Después de aquello desapareció sin dejar rastro y poco o nada se sabe de él, salvo que vive en Londres y que su hermano Barry Kamen falleció a los 52 años en Octubre de 2015, lo que debió ser un golpe para él, porque siempre estuvieron muy unidos.
Algunas fuentes aseguran que sigue relacionado con la música, aunque en su vertiente más independiente, otros que en los últimos años también probó suerte con el arte, siguiendo los pasos de su hermano Barry. Nick Kamen no ha querido recurrir a la nostalgia, al contrario que otros artistas como Limalh, que aprovechan la ola del revival, y ha preferido seguir con su vida en el más absoluto anonimato.
Fuente: 20 Minutos
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