Se trata de una novela que a pesar de haber sido calificada como «un nuevo clásico de la literatura juvenil», siempre fue defendida por su autor como una novela que se extiende más allá de la mera narración para convertirse en una crítica. Por ejemplo, Ende defendió que la novela expresa el deseo de encontrar la realidad que nos rodea a través de recorrer el camino inverso, es decir, la parte interna de cada uno que reside en su imaginación. En las propias palabras del autor: "Cuando nos fijamos un objetivo, el mejor medio para alcanzarlo es tomar siempre el camino opuesto. No soy yo quien ha inventado dicho método. Para llegar al paraíso, Dante, en su Divina comedia, comienza pasando por el infierno. (···) Para encontrar la realidad hay que hacer lo mismo: darle la espalda y pasar por lo fantástico. Ése es el recorrido que lleva a cabo el héroe de La historia interminable. Para descubrirse, a sí mismo, Bastián debe primero abandonar el mundo real (donde nada tiene sentido) y penetrar en el país de lo fantástico, en el que, por el contrario, todo está cargado de significado. Sin embargo, hay siempre un riesgo cuando se realiza tal periplo; entre la realidad y lo fantástico existe, en efecto, un sutil equilibrio que no debe perturbarse: separado de lo real, lo fantástico pierde también su contenido".
Proceso de creación
La historia de cómo Michael Ende puso a escribir su novela más famosa fue larga. Se inició en febrero de 1977 con la visita del editor Hansjörg Weitbrecht al autor en su casa de Genzano. Tan pronto como se abordó el tema del siguiente libro a publicar, Michael Ende comenzó hurgar en una caja de zapatos y a pensar en un montón de ideas. En un pedazo de papel, escribió el siguiente resumen: "Un niño toma un libro, se encuentra literalmente dentro de la historia y tiene problemas para salir". Una vez Weitbrecht hubo expresado su aprobación, Ende prometió entregar el manuscrito antes de Navidad. Asumió que el proyecto sería sencillo, y en privado se preguntó cómo podía estirar el material para llenar un centenar de páginas.
El cuerpo del nuevo libro creció ante los ojos de Michael Ende. En poco tiempo estaba en el teléfono con su editor, solicitando una prórroga del plazo. El libro sería algo más largo de lo esperado, pero se esperaba que fuera terminado antes del otoño de 1979. Sin embargo, durante el transcurso de 1978, los editores no tuvieron noticia alguna del autor. Luego, en el otoño de ese año, Ende finalmente resurgió. El libro, le dijo a su editor, aún no estaba completo. El joven Bastian se había negado a salir de Fantasia, y era su deber como autor el seguirle en sus viajes.
La siguiente comunicación de Ende dejó aún más preocupados a sus editores. El libro, explicó, requería de un diseño especial: un volumen encuadernado en cuero con incrustaciones de madreperla y completada con cierres de latón. Weitbrecht partió a toda prisa a Genzano. Después de mucha discusión, editor y autor acordaron un volumen encuadernado impreso en tinta a dos colores. Cada uno de los veintiséis capítulos, que comienzan con una letra ornamental, sería ilustrado por Roswitha Quadflieg. Preocupado por el fuerte aumento de los costos de producción, Weitbrecht hizo su camino de vuelta a Stuttgart.
La lucha de Ende para escapar del mundo que había creado se convirtió cada vez más intensa. Durante las conversaciones con su editor, sonaba casi desesperado -era una cuestión de supervivencia literaria. A menos que Ende pudiera encontrar una manera de salir de Fantasia, Bastian quedaría atrapado en su interior. Al final del año, incluso circunstancias ambientales parecían conspirar contra él. El invierno de 1978-1979 fue uno de los más fríos que se recuerdan. La nieve caía en las Colinas Albanas y la temperatura bajó a menos diez grados. Las casas en Genzano no estaban diseñadas para resistir a tales extremos, y la de Ende no fue la excepción. Con el hielo obstruyendo las tuberías y envuelto en mantas húmedas, Michael Ende se mantuvo trabajando. A pesar de esas difíciles condiciones, pudo finalmente encontrar una solución: ÁURYN, la gema, sería la manera de salir de Fantasia. No sería la única vez que "La Historia Interminable" demostraría ser un libro mágico.
Fuente: Wikipedia
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