Su música se caracteriza por la amalgama entre los sonidos procesados propios de los sintetizadores analógicos primero, con equipamientos digitales luego, junto a instrumentos acústicos, voces solistas, coros también, para crear atmósferas envolventes, climáticas, con un amplio abanico que abarca desde sonidos y arreglos propios de sus raíces folclóricas, además de arreglos corales y orquestales, pasajes percusivos, donde su riqueza tímbrica no se reduce a un ritmo enérgico repetido en gran parte o de principio a fin, sino a través de cambios sutiles y constantes, generando climas tanto intimistas como jubilosos, otros también grandiosos y solemnes, algunos, ¿por qué no?, invitando a la reflexión, al regocijo mental, a la contemplación sonora, a la sorpresa; llegando en ocasiones al campo de la experimentación. Es un desafío permanente si tratamos de enmarcar sus composiciones dentro de un solo género concreto, aunque es habitual como simple que se le incluya entre las filas del "new age" o, más amplia y acertadamente, como músico clásico contemporáneo. La diversidad y complejidad de su discografía hace difícil su catalogación y resulta también considerado por la crítica como uno de los pioneros de la vanguardia de la música electrónica que aconteció a mediados de los años 1970.
Aunque algunos de sus trabajos más conocidos pertenecen al mundo de la música de cine y televisión como con Cosmos, serie tv gracias a su amplia difusión, también ha logrado reconocimiento por sus álbumes de estudio como "Heaven and Hell", "Albedo 0.39" o "Spiral". Entre sus obras se encuentran, además, varias creaciones para obras de teatro: "Elektra" (1983), "Medea" (1992), "Las troyanas" (2001), "The Tempest" (2002), ninguna de éstas publicadas oficialmente. También ha compuesto para ballet: "R. B. Sque" (1983), "Frankenstein: Modern Prometheus" (1985) y "The Beauty and the Beast" (1986).
Desarrolló una carrera paralela como pintor realizando varias exposiciones internacionales. Pese a sus reservas a divulgar su vida privada, su aporte a diversos proyectos de interés cultural le afianzaron como una personalidad de considerable peso mediático especialmente en su Grecia natal.
En su honor la Unión Astronómica Internacional dio su nombre a un asteroide: el (6354) Vangelis. Así también recibieron el nombre del compositor calles en Jerez de la Frontera, España, y en Christchurch, Nueva Zelanda.
Fuente: Wikipedia
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