En 2002 recibió la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo.
En 1982, se convierte en ciclista profesional, manteniéndose en las filas del equipo Reynolds, al cual pertenecía ya en categoría amateur. Durante su primera temporada, Delgado consiguió algunos triunfos menores y fue 3.º en la Clásica de San Sebastián. Debutó en la Vuelta a España como gregario del abulense Ángel Arroyo. Abandonó definitivamente sus estudios ante la imposibilidad de compaginarlos con los entrenamientos.
En 1983, logró triunfos en carreras cortas por etapas, como la Vuelta a los Valles Mineros o la Vuelta a Aragón. Hizo 2.º en la Subida al Naranco y 4.º en la Clásica de San Sebastián. También ese año debutó en el Tour de Francia, llegando a marchar 2.º en la clasificación general, aunque finalmente termina 15.º. Su buena actuación en la ronda francesa comenzó a hacerle conocido en el pelotón internacional.
En 1984, disfrutó de sus primeros días vestido de amarillo en la Vuelta a España. Una caída en la última contrarreloj le privaría de luchar por el podio. También sufriría una caída en el Tour de Francia, esta vez teniendo que abandonar la carrera.
En 1985, Delgado abandonó el equipo Reynolds ante el gran número de líderes en el equipo, y recaló en un equipo neoprofesional, el Seat-Orbea. Logró el primer gran triunfo de su carrera deportiva, al imponerse en la Vuelta a España. En el Tour, logró su primer triunfo de etapa y finalizó 6.º.
En 1986, traspasó al equipo PDM, donde pasaría las dos siguientes temporadas y mejoraría su rendimiento en contrarreloj y adquirirá experiencia internacional. En la Vuelta de 1986, en la que ganaría Álvaro Pino, Perico finalizó 10.º por culpa de una gripe. En el Tour, cuando marchaba bien clasificado en la general y con la suficiente moral como para buscar el podio, su madre falleció por un derrame cerebral, provocando el abandono del segoviano.
En 1987, terminó 4.º en la Vuelta a España y alcanzó el podio en el Tour de Francia por primera vez, al terminar 2.º por detrás de Stephen Roche.
En 1988 regresó al equipo Reynolds y cambió su planificación habitual, renunciando a la Vuelta y participando en el Giro de Italia. En el Tour de Francia, por fin logró el gran sueño y se convirtió en el tercer español en vencer en la ronda gala, si bien un posible positivo durante la carrera francesa estuvo a punto de costarle el triunfo y su carrera profesional, aunque finalmente no se llegó a confirmar el positivo ya que la sustancia encontrada en su orina no fue determinada como ilegal en las listas de la UCI hasta el año siguiente.
En 1989 volvió a participar en la Vuelta a España, si bien un joven Miguel Induráin partía como teórico jefe de filas del equipo. Sin embargo, el buen estado de forma de Delgado y una caída del propio Induráin, le convirtieron en el principal estandarte del equipo. No sin sufrimiento, Perico logró su segunda Vuelta a España. En el Tour, solo pudo ser tercero, y finalizó la temporada siendo 2.º en la Volta a Cataluña.
Fuente: Wikipedia
No hay comentarios:
Publicar un comentario